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martes, 10 de noviembre de 2009

El Cuartel de la Guardia Civil de Brozas costó 2.721.000 pesetas en 1968



6 de noviembre de 2009.

Esta semana pasada estuve un tiempo de visita con mi vecino Pedro Antonio Blanco Aldeano, quien se encuentra enfermo en el hospital San Pedro de Alcántara. Durante la visita se encontraba en la habitación una mujer esposa de un guardia civil. La conversación derivó hacia las viviendas de los guardias civiles. Al parecer dejan mucho que desear. Yo me acuerdo haber entrado en ellas hace muchísimos años, cuando era un joven y visitaba a amigos cuyos padres vivían allí como miembros de la Benemérita (No me gusta decir como números de la Guardia Civil). Yo aún me acuerdo cuando el cuartel se encontraba dentro de la población, en lo que hoy son las casas de los Elías, donde encontró un ara romana.

Durante la conversación con Pedro Antonio y la esposa de su amigo el guardia civil salió el tema del costo del cuartel. Tengo en mi archivo una crónica del diario ABC el 21 de enero de 1969 escrita por Valeriano Gutiérrez Macías, quien dice en ella que “el cuartel fue inaugurado por el gobernador civil Federico Trillo - Figueroa y Vázquez, (padre del que luego sería presidente del Congreso y ministro de Defensa), y el jefe de Zona de la Guardia Civil de Sevilla, es de línea moderna y cuenta con 17 viviendas y los servicios propios de un puesto de la categoría de Brozas. Su importe se ha elevado a 2.721.421 pesetas”.

Las inversiones de las inauguraciones del gobernador civil en esa fecha alcanzaron los 10 millones de pesetas, entre ellas la pavimentación y alumbrado de la Avenida Gabriel y Galán, el mercado de abastos y la red de abastecimiento de agua.

También se inauguró la restauración del templo parroquial de los Santos Mártires, por valor de 4.546.000 pesetas. Esta cantidad fue sufragada por los vecinos de Brozas. Como se recordará el 18 de enero de este año de 2009 se le dio un homenaje a Feliciano Acedo, constructor y Gonzalo Gómez, cantero de Malpartida de Cáceres. Alguien me apuntó que también merecía un homenaje mi buen amigo Manuel Lopo, ya fallecido, el carpintero que se encargó de toda la carpintería del nuevo templo. Lopo realizó una magnífica labor en Los Mártires, como su esposa al ser la persona que se dedicaba a tocar el órgano en la iglesia. Para ellos dos, mis mejores recuerdos.