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domingo, 23 de abril de 2017

Un fin de semana cultural en Cáceres y Las Brozas






         Hay veces que las vacaciones suponen un recreo intelectual, y eso es lo que se ha practicado este fin de semana en Cáceres capital y en la cerca localidad de Las Brozas, de la que uno tiene el honor de ser su cronista oficial.


         El primer acto de estas actividades se celebró en el Colegio de Aparejadores de Cáceres, situado en la calle de San Antón, 6, junto al Gran Teatro. Allí fui invitado a dar una conferencia por la Asociación “Torres de Cáceres”, sobre El turismo de calidad y los premios que han concedido a la ciudad de Cáceres.


         Hubo una treintena de personas muy interesadas en el factor turístico de nuestra capital que cada vez tiene más éxito como destino de turismo cultural. Diré, de entrada, que el turista cultural deja doble de dinero en destino que un visitante de sol y playa.


         Por otra parte, este este mismo año, la Dirección General de Turismo de España busca a los turistas que denominan Cosmopolitas, que realizan al menos más de tres viajes al año y suelen gastar un 20 por ciento de dinero más que n un turista normal.


         Asimismo, se habló de los premios que tiene Cáceres, el más prestigioso el de Patrimonio de la Humanidad y numerosos más por su bien hacer. Quiero recalcar aquí que en tres de ellos tuve una intervención directa de alguna manera, de la que me siento muy orgulloso de haber contribuido a que la capital de mi provincia destaque en el campo del turismo cultural: Son el galardón de la Manzana de Oro, al comienzo de mi mandato como presidente fundador de la Asociación de Periodistas y Escritores de Turismo de Extremadura (A^PETEX); la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional para la Semana Santa cacereña y la concesión de Capital Española de la Gastronomía, sugiriendo a la alcaldesa durante el congreso de los cronistas oficiales de España, que tuve el honor de organizar en nuestra ciudad, que se presentara al concurso para así promover turísticamente la ciudad y resulta que … hasta ganó. Con la enorme repercusión de que el New York Times recomendó a sus lectores visitar Cáceres, como el lugar más atractivo de España en 2015.

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         El segundo hito fue la celebración de una jornada cultural dedicada a Antonio de Nebrija, el escritor de la primera Gramática Española que vivió en mi pueblo durante varios años al final de su vida.





         Tres fueron los intervinientes en la jornada: Jesús López Gómez, escritor de la novela “Nebrissen”; el investigador Dionisio Martín Nieto. Que descubrió la única casa en la que vivió en la villa de Las Brozas Elio Antonio de Nebrija y un servidor como cronista oficial. Presentó la jornada el guía turístico del pueblo, Isidro García. Todo ello se incardinó dentro de la Ruta Literaria “Los caminos extremeños de Nebrija”.

         Un servidor informó que el Ayuntamiento va a colocar una placa en la fachada de la casa donde habitó Nebrija, siguiendo las que ya hay colocadas en el pueblo de Gata y en su casa natal de Lebrija (Sevilla). No hace mucho Canal Extremadura Televisión dedicó un programa a este importante personaje autor de la Gramática que hablan 470 millones de personas en todo el mundo.

         Posteriormente hubo una visita a los monumentos que tienen relación con el escritor, comenzando por lo que era su casa –palacio, reconvertida hoy en la guardería municipal; se pasó posteriormente por la calle Marcelo de Nebrija, comendador de la Orden Militar de Alcántara, y que habitó durante mucho tiempo en el lugar de Las Brozas, donde se encuentra el escudo de la familia. El grupo se trasladó al templo parroquial donde hay una estatua yacente que se consideraba que era de Rodrigo Flores y últimamente se piensa que es del capitán Antonio de Nebrija, nieto del gramático e hijo de Marcelo y de la villanovense Marta Torres. El capitán Nebrija fue uno de los descubridores y conquistadores del reino de Nueva Granada, a las órdenes de Gonzalo Ximénez de Quesada.


         La ruta turístico cultural por Brozas concluyó en la ermita del Buen Jesús, ermita que fue fundada por frey Marcelo, y al igual que en la casa del gramático tiene unas inscripciones mandadas tallar por los Nebrija.


         Desde que se creara en abril del año pasado en Lebrija la Fundación V Centenario para conmemorar en 2022 la muerte de Nebrija en Alcalá de Henares, ya se han celebrado numerosas actividades, especialmente en Lebrija y en Extremadura: Unas jornadas en Zalamea de la Serena; una ruta literaria en Alcántara; les descubrimiento de una placa en la casa natal de Elio Antonio de Nebrija. Ya se están preparando las segundas jornadas de estudios nebrisenses en Zalamea de la Serena y la Tercera Ruta Literaria en Gata, pueblo en el que habitó Nebrija siguiendo la corte del Maestre de la Orden de Alcántara, don Juan de Zúñiga y Pimentel.

Si no pudiste ver el programa de Canal Extremadura TV dedicado a la vida de Antonio de Nebrija en Extremadura, te recomiendo que lo veas picando este enlace. Salen Brozas, Alcántara, Villanueva de la Serena y Zalamea de la Serena. Un entretenido programa para conocer una figura señera de la cultura española.

martes, 18 de abril de 2017

Torremolinos y Brozas






            Paso mis vacaciones de Semana Santa en la ciudad de Málaga, concretamente en la urbanización de Pedregalejo, participando en las procesiones del Jueves Santo, especialmente la del Cristo de la Buena Muerte el denominado Cristo de Mena, que fue destruido por los revolucionarios en la quema de las 31 de las 33 iglesias de la capital malacitana, y al que acompaña la Legión, en todo su trayecto y que los malagueños veneran con adoración.


            Pujes bien, me encuentro un libro titulado “Historia de Torremolinos”. En él se hace una descripción de la conquista de la ciudad de Málaga por los Reyes Católicos, en el año 1487, entresacada del libro del eclesiástico e historiador Andrés Bernáldez que nació en 1450 y falleció en 1513 titulado “Historia de los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel”, en el que recogió aspectos importantes de la Castilla del siglo XV y por tanto puede ser considerado como un testigo directo de los acontecimientos. Pues bien, en él se cuenta que el ejército cristiano lo componían 100.000 soldados y más de 20.000 bestias. El ejército y el Rey Fernando el Católico, se aposentaron en Torremolinos porque esa enorme cantidad de bestias necesitaba agua y abrevaba en los manantiales de Torremolinos.


            La palabra Torremolinos la conforman dos: Torre y Molinos, La primera se refiere a la torre árabe, a la que se denominó Torre de Pimentel, por don Rodrigo Alonso Pimentel, conde de Benavente y cercana a ella había varios molinos, para moler el trigo.


            En la reconquista del castillo de Gibralfaro a los árabes, situado en la parte más alta de la ciudad de Málaga, intervinieron los grandes de Castilla, entre ellos el maestre de Santiago, don Alonso de Cárdenas; el maestre de Alcántara, don JUAN DE ZUÑIGA Y PIMENTEL, el que apadrinara en nuestro pueblo de la villa de Las Brozas a Antonio de Nebrija, y al que acompañarían numerosos soldados y freyres de la Orden, muchísimos de Brozas, entre ellos Nicolás de Ovando. Hay una calle de nombre Ovando cerca de la plaza de toros de la Malagueta, concretamente a la altura del Paseo Reding, de una de las familias hacendadas de la Málaga del siglo XVIII.


            Hubo otros Pimentel: Don Juan de Pimentel, Conde de Benavente, y don Rodrigo Alonso Pimentel, también Conde de Benavente.


            De don Juan de Zúñiga, el último Gran Maestre de la Orden de Caballería de Alcántara, las crónicas citan “e destacó por su lucha valerosa en el cerco y conquista, así como el botín que se recogió en la ciudad y el gran número de cautivos cristianos que se libertaron”. El escudo de don Juan de Zúñiga se halla en una de las esquinas del castillo de Brozas, al que allí denominamos palacio.


            Fue tanta la labor de Rodrigo Pimentel que los Reyes Católicos le regalaron la Torre Árabe de Torremolinos, la construcción militar más importante de la zona por el este, antes de llegar a Málaga.


            El cerco de la ciudad malagueña comenzó el 5 de mayo de 1487 y concluyó con su conquista el 28 de agosto de ese año.